Aquí puedes leer la nota de prensa enviada por la editorial y descubrir un poco más del libro.
—Entonces recuerda que me quieres.
Él la miró, con una sonrisa mordaz.
—¿Que recuerde que te quiero? Te quiero —pronunció, como saboreando la palabra—. Te quiero es poco. Te quiero no es nada. Si un te quiero explicara lo que yo siento por ti, ahora mismo no estaría aquí. Te quiero —dijo escupiendo la palabra, agitando la cabeza—. Qué tontería, yo a ti no te quiero.
Página 323.
Peter se había ido presentando en sus casas casi de madrugada. Irrumpió primero en la de Thomas, sobre las seis de la mañana, y lo arrastró hacia la de Nick y más tarde a la de Charlie. Cuando el reloj marcaba las ocho ya estaban todos desayunando en una cafetería cercana.
Él la miró, con una sonrisa mordaz.
—¿Que recuerde que te quiero? Te quiero —pronunció, como saboreando la palabra—. Te quiero es poco. Te quiero no es nada. Si un te quiero explicara lo que yo siento por ti, ahora mismo no estaría aquí. Te quiero —dijo escupiendo la palabra, agitando la cabeza—. Qué tontería, yo a ti no te quiero.
Página 323.
Peter se había ido presentando en sus casas casi de madrugada. Irrumpió primero en la de Thomas, sobre las seis de la mañana, y lo arrastró hacia la de Nick y más tarde a la de Charlie. Cuando el reloj marcaba las ocho ya estaban todos desayunando en una cafetería cercana.
—Ni siquiera puedo comer —protestó Nick.
—Yo ni me acuerdo de qué es eso. ¿Quiénes sois vosotros? —le siguió Charlie.
—Zombis como mínimo —alegó Thomas.
—Que alguien me recuerde por qué os considero mis mejores amigos —bufó Peter.
—Porque nadie más te aguantaría, eres raro hasta decir basta —comentó Nick justo antes de atacar unas tortitas de las que hacía tan solo unos minutos renegaba.
—Muy raro —confirmó Thomas mientras jugueteaba con su plato.
—Absolutamente raro —finalizó Charlie con una amplia sonrisa.
Los tres amigos estallaron en risas y Peter fingió ofenderse, pero su representación duró poco y no tardó en unirse a ellos.
Página 169.
[…] Había una vez, hace mucho tiempo, un mundo donde los humanos tenían cuatro piernas, cuatro brazos, dos caras. ¿Te lo imaginas, Peter? Eran felices, poderosos. Los Dioses empezaron a tener miedo, pavor de que se unieran y acabaran con ellos. Y envidia, mucha envidia de esa felicidad. Tenían que hacer algo. Entonces se les ocurrió partirlos por la mitad, separarlos, condenarlos a buscarse eternamente y así distraerlos de la rebelión. De ese modo, pasaron a tener solo dos piernas, dos brazos, una cara… Se sintieron rotos. Y en realidad era cierto, estaban rotos. Aún podían sentir su otra parte, perdida en la inmensidad del universo. Si te amputan una pierna o un brazo, aunque no esté, sigues sintiéndolo; puedes notar cómo te cosquillea, está ahí aunque nadie pueda verlo. Pero tú lo sientes como si no hubiera desaparecido y, si no miras, si no te fijas, para ti sigue ahí. Miembro fantasma lo llaman. Tú eres mi mitad Peter, mi miembro fantasma. Te siento aunque no estés y me niego a que desaparezcas, a pasarme toda la vida buscándote. No quiero buscarte, no quiero sentirte si no estás. No puedes hacerme eso, no puedes.
Página 169.
[…] Había una vez, hace mucho tiempo, un mundo donde los humanos tenían cuatro piernas, cuatro brazos, dos caras. ¿Te lo imaginas, Peter? Eran felices, poderosos. Los Dioses empezaron a tener miedo, pavor de que se unieran y acabaran con ellos. Y envidia, mucha envidia de esa felicidad. Tenían que hacer algo. Entonces se les ocurrió partirlos por la mitad, separarlos, condenarlos a buscarse eternamente y así distraerlos de la rebelión. De ese modo, pasaron a tener solo dos piernas, dos brazos, una cara… Se sintieron rotos. Y en realidad era cierto, estaban rotos. Aún podían sentir su otra parte, perdida en la inmensidad del universo. Si te amputan una pierna o un brazo, aunque no esté, sigues sintiéndolo; puedes notar cómo te cosquillea, está ahí aunque nadie pueda verlo. Pero tú lo sientes como si no hubiera desaparecido y, si no miras, si no te fijas, para ti sigue ahí. Miembro fantasma lo llaman. Tú eres mi mitad Peter, mi miembro fantasma. Te siento aunque no estés y me niego a que desaparezcas, a pasarme toda la vida buscándote. No quiero buscarte, no quiero sentirte si no estás. No puedes hacerme eso, no puedes.
Página 224.
Él se acercaba y le susurraba en el oído con esa voz rota que hacía enloquecer a Wendy «Yo crearé palabras para ti», para después arroparla entre sus brazos. Y ella sentía eso para lo que no encontraba el término perfecto. Se perdía en su aroma, que olía a nada que una palabra pudiera describir. Hablaba sin palabras mirando a sus ojos, que le respondían en un idioma que entendía sin conocer. Él creaba palabras para ella y ella le regalaba historias. Así pues, Peter para ella era extremadamente «mortaver», sentía algo parecido a «saanari» y el recuerdo del calor que producían los besos que no le daba era, sin lugar a duda, «pashpoire».
Él se acercaba y le susurraba en el oído con esa voz rota que hacía enloquecer a Wendy «Yo crearé palabras para ti», para después arroparla entre sus brazos. Y ella sentía eso para lo que no encontraba el término perfecto. Se perdía en su aroma, que olía a nada que una palabra pudiera describir. Hablaba sin palabras mirando a sus ojos, que le respondían en un idioma que entendía sin conocer. Él creaba palabras para ella y ella le regalaba historias. Así pues, Peter para ella era extremadamente «mortaver», sentía algo parecido a «saanari» y el recuerdo del calor que producían los besos que no le daba era, sin lugar a duda, «pashpoire».
Página 248.
—Podría acabar en La ciudad de los Antiguos Emperadores —le contestó ella, rememorando La historia interminable.
—Podría acabar en La ciudad de los Antiguos Emperadores —le contestó ella, rememorando La historia interminable.
—Nunca dejaría que olvidaras el mundo real.
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo.
Página 250.
—Si ahora mismo te besase podrías pensar que es porque tú me lo has pedido, que darte un beso es una aventura y no es así. Quiero que cuando te bese sepas con certeza que ha sido por pura necesidad, porque ansiaba tus labios, porque era algo superior a mí. —Le tocó el pelo y posó el dedo pulgar en su labio inferior, acariciándoselo—. Wendy Davies, me gustas tanto que me duele y no consiento que nadie lo ponga en duda, ni siquiera tú.
Página 250.
—Si ahora mismo te besase podrías pensar que es porque tú me lo has pedido, que darte un beso es una aventura y no es así. Quiero que cuando te bese sepas con certeza que ha sido por pura necesidad, porque ansiaba tus labios, porque era algo superior a mí. —Le tocó el pelo y posó el dedo pulgar en su labio inferior, acariciándoselo—. Wendy Davies, me gustas tanto que me duele y no consiento que nadie lo ponga en duda, ni siquiera tú.
Página 251.
Se tapa los oídos mientras las lágrimas huyen de su cuerpo, abriéndose paso entre sus párpados sellados. «Ploc». «Ploc». Lágrimas que mueren al colisionar contra el suelo. «Ploc». «Ploc». Lágrimas suicidas, que aún conocedoras de su destino, batallan por salir. «Ploc». «Ploc». El sonido de la muerte en forma de gotas de dolor es el único rumor que rompe el silencio. Un silencio farsante. En su cabeza solo hay ruido, voces que la arañan desde dentro y ese «ploc, ploc», que suena enardecido.
Página 287.
»La vida son sueños que van y vienen, que se entorpecen unos a otros, que se rompen, que se olvidan, que más tarde reencuentras o ya nunca vuelves a hallar. Como algo que pierdes y no sabes lo que es. Intentas recordar y no te viene nada a la cabeza, pero esa sensación de vacío permanece contigo y te acompaña hasta que, un día, inesperadamente, lo evocas.
»La vida son sueños que van y vienen, que se entorpecen unos a otros, que se rompen, que se olvidan, que más tarde reencuentras o ya nunca vuelves a hallar. Como algo que pierdes y no sabes lo que es. Intentas recordar y no te viene nada a la cabeza, pero esa sensación de vacío permanece contigo y te acompaña hasta que, un día, inesperadamente, lo evocas.
Página 355.
—No cometas el mismo error que yo. No dejes que la soberbia y el miedo te roben tu vida. Cuando te des cuenta, te verás solo y no formarás parte de nada. Tú no eres así, puedes cambiar, volver sobre tus pasos y arreglar lo que se ha roto. El reloj sigue marcando el tiempo, sin descanso, solo tú puedes decidir qué hacer con él. Quien vive de mentiras no alimenta la felicidad, solo la adormece.
Página 357.
Tiempo atrás había pensado que Wendy vivía en un huevo. Blanco, cerrado, opaco. Una cárcel llena de vida. Un huevo desde dentro parece la prisión más inquebrantable del mundo, pero desde fuera… desde fuera es frágil, un simple golpe y se rompe. Le parecía curiosa la diferencia que residía en la perspectiva desde la cual se mirase el huevo. Y un día cualquiera, sin ninguna importancia para el resto del mundo, Peter rompió el huevo, lo abrió y en él no había yema alguna, había estrellas. Esas estrellas que se pueden mirar, tocar y hasta oler. Wendy era, a fin de cuentas, una estrella que vivió dentro de un huevo.
Tiempo atrás había pensado que Wendy vivía en un huevo. Blanco, cerrado, opaco. Una cárcel llena de vida. Un huevo desde dentro parece la prisión más inquebrantable del mundo, pero desde fuera… desde fuera es frágil, un simple golpe y se rompe. Le parecía curiosa la diferencia que residía en la perspectiva desde la cual se mirase el huevo. Y un día cualquiera, sin ninguna importancia para el resto del mundo, Peter rompió el huevo, lo abrió y en él no había yema alguna, había estrellas. Esas estrellas que se pueden mirar, tocar y hasta oler. Wendy era, a fin de cuentas, una estrella que vivió dentro de un huevo.
Ficha Técnica:
Título: Recuerda que me quieres
Autora: W. Davies
Editorial: Ediciones Kiwi
Nº páginas: 426
Encuadernación: Rústica con solapas
Precio (formato papel): 16,90€
Precio (ebook): 3,95€
ISBN: 978-84-942363-0-3
Más info: AQUÍ
Sinopsis:
«Quiere muchísimo a Wendy», pensó, indignándose con ella al ver que no comprendía por qué no podía volver a tener a Wendy.
El motivo era de lo más simple: «Yo también la quiero. Y no podemos tenerla los dos, señora». Peter Pan y Wendy, de J. M. Barrie
Cien años después la historia se repite. O quizá no.
Todavía no se conocen. Ni siquiera se intuyen. Peter y Wendy tienen un destino común del que no podrán escapar. La aventura de la vida y la magia del amor empiezan contigo, en cuanto te atrevas a descubrir su historia. Podríamos hablarte sobre caracoles, estrellas, princesas que no sienten dolor, palabras inventadas, catarros mal curados o mundos rellenos de sueños donde todo es posible.
Por explicarte podríamos deleitarnos y ser un poco malas y adelantarte que el amor no siempre es dulce. Pero claro, eso sería adelantar acontecimientos y no entenderías nada. Así que olvida las últimas líneas y sumérgete en una historia donde todo es posible, incluso que el sol y la luna se besen. Pronto, todo tendrá sentido. Bienvenido a nuestro particular Nunca Jamás.
Barcelona (presentación)
El 17 de mayo a las 19:00 nos vemos en Casa del Libro de Rambla Catalunya.
Dirección: Rambla Catalunya, 37
Estaremos junto a Estefanía Esteban, Nia, administradora de Perdidas Entre Páginas.
Hablaremos mucho, habrá alguna que otra sorpresa y puede que hasta Peter Pan nos haga una visita.
¿Te lo vas a perder? ¡Dinos que no!
¡Ven a descubrir la magia!
Gran Canaria (presentación)
El sábado 24 de mayo a las 12:00 nos vemos en Librería Sinopsis, en Gran Canaria.
Dirección: Calle Perdomo, 6.
En esta ocasión estará Arsénico junto a Nisa Arce, autora de Doce Campanadas y Las Reglas del Juego. Hablarán un poco de Recuerda que me quieres y también habrá alguna sorpresa.
¿Vas a dejar pasar el tren? ¡Sube y divierte!
Feria del Libro de Gran Canaria (firma de libros)
El domingo 1 de junio a las 17:00 Arsénico estará en la caseta de la Librería Sinopsis, en San Telmo.
Feria del Libro de Madrid (firma de libros)
Feria del Libro de Madrid (firma de libros)
El sábado 7 de junio estaremos en la caseta 110 Liberespacio (horario por confirmar)
Repartiremos besos, achuchones y si da tiempo firmaremos algún que otro libro.
Canción
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Marcapáginas
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Aquí encontraras todas las entrevistas a las que hemos tenido el honor de ser invitadas.
Editorial SM (Premio Gran Angular 2017): AQUÍ
Papel en blanco (por Sarah Manzano): AQUÍ
Entre metáforas (por Duna): AQUÍ
Books & CO (por Marisa): AQUÍ
Noveinta y dos libros (por Adriana y Lorenna): AQUÍ
Amanecer de palabras (por Laly): AQUÍ
De nuevo alzo mi voz para contarte esta canción (por Mireushka): AQUÍ
Cientos de miles de historias (por Laura Frías): AQUÍ
Yo leo yo comento (por Aineric): AQUÍ
Editorial SM (Premio Gran Angular 2017): AQUÍ
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Entre metáforas (por Duna): AQUÍ
Books & CO (por Marisa): AQUÍ
Noveinta y dos libros (por Adriana y Lorenna): AQUÍ
Amanecer de palabras (por Laly): AQUÍ
De nuevo alzo mi voz para contarte esta canción (por Mireushka): AQUÍ
Cientos de miles de historias (por Laura Frías): AQUÍ
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Hyde Park, donde a Wendy le gusta ir a pasear, escribir y encontrarse con Peter.
Starbucks de Oxford Street donde quedan por primera vez Peter y Wendy.
Estación de Waterloo, que se menciona varias veces a lo largo de la novela.
Palace Theatre, donde Wendy y Peter separan para ver tocar a un grupo de rock callejero.
Fuente memorial de Piccadilly Circus, bajo la estatua de Eros, donde Peter y Wendy se sientan a comer y a hablar.
Estación Sloane Square, mencionado en un capítulo de la novela.
En el capítulo XVI y también más adelante, se menciona que Peter y Wendy pasaron un día en Candem Town. Teníamos la escena narrada, pero fue eliminada.
Fin de año, cerca del Big Ben, narrado en la página 254 y 255 de la novela. También podéis ver un vídeo haciendo click AQUÍ.
Hatchards, librería de Piccadilly que aparece en los últimos capítulos de la novela.
El Hard Rock Cafe en el que comen Wendy y sus amigos, muy cerca de Hyde Park.
Descubre todos las menciones escondidas en Recuerda que me quieres.
Libros:
Peter Pan y Wendy, de J.M.Barrie
Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll
Películas:
Película de 1991 dirigida por Steven Spielberg
Película de 2003 dirigida por P. J. Hogan
Película de 2004 dirigida por Marc Forster
El que no cree en la magia nunca la encontrará, decía Roald Dahl. He aquí dos lectoras que escribían para poder leer, dos buscadoras de magia. Animamos a Wendy a cerrar los ojos y zambullirse en estrellas rellenas de palabras, la acompañamos en su viaje, la vimos soltar amarras, alzar el vuelo y alcanzar sus sueños. Por ella, por su perseverancia y obstinación, estamos hoy aquí. No somos escritoras, solo contamos la vida con polvo de hadas, poco importamos nosotras. Somos la cuna vacía de Peter Pan, la locura de Alicia, las mentiras de Pinocho, el zapato de Cenicienta, somos todo y nada. Algunos os dirán que en las sombras de Nunca Jamás, y perdidas en los caminos laberínticos del País de las Maravillas, se encuentran Fátima Embark y Merche Murillo, adictas a la lectura, a soñar despiertas, a desafiar el tic-tac de los relojes y a observar el mundo navegando sobre nubes de colores. Puede que hasta os digan que también somos Arsénico y Maisha, administradoras de Divagando entre líneas y Perdidas entre páginas. Puede que sea verdad o puede que no. Lo cierto es que W.D. es nuestro homenaje a Wendy Davies, a los cuentos, a la magia, a los sueños que dejan de serlo cuando crees en ellos. Cuando queráis encontrarnos solo tenéis que leer, y ahí estaremos, porque lo cierto es que vivimos encerradas en un libro.
Para empezar, una canción que resume a la perfección la esencia de la novela:
No Angel, de Birdy
(link sobre el título/autor para ver video en Youtube)
Otros: